Existen muchos animales que
ayudan de una manera muy positiva a personas con diferentes patologías o
discapacidades a mejorar su calidad de vida y a contribuir a restaurar su
conexión con el mundo que les rodea, al tratarse de colectivos que frecuentemente
padecen problemas de integración. Uno de esos animales es el caballo, y su doma
y práctica deportiva por dichas personas es lo que se conoce como hipoterapia o
terapia con caballos, una práctica que poco a poco se ha ido introduciendo en
España.
Bajo el nombre de "Equitación
Terapéutica" se comprenden las actividades ecuestres destinadas a
personas con enfermedades o afecciones e inadaptaciones, en las que estas
ejercen una acción de mando sobre el caballo, tanto en la preparación como en
la conducción o manejo de éste, orientados a reeducar, corregir, mejorar o
paliar síntomas, es decir, que el alumno actúa activamente en las sesiones o
clases.
Sin embargo, bajo el término "Hipoterapia"
definimos a las actividades terapéuticas realizadas con caballos y dirigidas a
personas discapacitadas, en las que el paciente no ejerce ninguna acción de
mando sobre el caballo, siendo éste sobre el que se coloca, el que actúa como
rehabilitador y reeducador.
Estamos hablando de colectivos
que tienen unas particulares condiciones de movilidad en el caso de
discapacidades físicas, de entendimiento y compresión cuando tratamos con
discapacidades psíquicas, o de relación y comunicación como son las
discapacidades sensoriales (auditivas y visuales) y patologías como el autismo.
En cualquier caso, la actividad del Centro "Meres Equitación" se ha
dirigido a los dos conceptos antes definidos, trabajando desde el principio con
niños y adultos activos y con control de sus acciones, así como alumnos con
discapacidades severas.
De todas maneras, el objetivo
principal es asegurar un programa real, adaptado y global a grupos especiales,
ofreciéndoles la asistencia necesaria para maximizar sus necesidades y a la
vez, favorecer y potenciar su ocio y tiempo libre.
La equitación es una eficaz herramienta
de terapia. Con ella, se están obteniendo una serie de beneficios físicos en
materia de psicomotricidad que se traducen en :
§ Movilizar las articulaciones de la columna y la pelvis,
tratando de mejorar así todo el tono muscular.
§ Facilitar el equilibrio y el mantenimiento del tronco
erguido.
§ Favorecer la adquisición de lateralidad.
§ Mejorar la percepción del esquema corporal.
§ Permitir conocer mejor las posiciones del propio cuerpo y
las del cuerpo del caballo.
§ Aumento general de la fuerza y flexibilidad muscular.
Pero no sólo estos, a nivel
psicológico, social y educativo, se está consiguiendo fomentar la autoestima
del alumno, aumentar su confianza en sí mismo y en los demás, sentimientos de
placer y euforia, reconocimiento y aceptación de los miedos, sentimientos de
logro y responsabilidad, participación en una nueva diversión y actividad
social, y en global, contacto con la naturaleza y relación con los animales,
fomentando la interacción con el caballo y con los compañeros del curso siendo
la comunicación el elemento principal de dicha interacción.
En este caso, el caballo es la
herramienta en un sistema fisioterapéutico, el animal funciona como medio
terapéutico de la transmisión del movimiento del paso, cubriendo además los
aspectos citados de tipo psíquico y emocional. A través de los cambios de
dirección, velocidad y posición del cuerpo en movimiento rítmico encima del
caballo, se estimula el equilibrio disminuyendo los miedos al movimiento y
desarrollando el sentido del espacio y la posición.
Finalmente, la socialización que
provoca la integración de los alumnos en ese entorno natural, su relación con
el resto de niños/as participantes en las otras Escuelas Deportivas no
afectados por discapacidad, y la sensación del desarrollo de independencia
durante el transcurso de la actividad, ponen los aspectos complementarios
finales de esta importante actividad.
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